lunes, octubre 09, 2006

Para un piurano, un Niño es...

Aunque para muchos el fenómeno El Niño significa el inicio de una incesante secuencia de precipitaciones pluviales y para otros no es más que una variación considerable en la temperatura de las aguas superficiales, para los ciudadanos que vivimos cerca del la línea ecuatorial este fenómeno es sinónimo de una sobrepoblación de grillos, sapos, moscas, zancudos y demás insectos que ponen en jaque a todas nuestras autoridades sanitarias durante los siguientes nueve meses.

Los minúsculos bichos llegan a tener tales dimensiones que tranquilamente pueden batirse en lucha cuerpo a cuerpo con infantes de hasta cinco años.

Además de ello, los habitantes de Piura deben soportar un conocido hedor, parecido a una extraña mezcla de melaza y sudor corporal, que prolifera por nuestro ambiente y la respectiva sensación de humedad permanente y asquerosa que no cesa.

Eso es para los piuranos un Niño, además de las catástofres humanas y las irremediables pérdidas materiales que se cuantifican por miles.

Sin embargo, para quienes viven el tema desde la academia, el asunto es una excelente oportunidad de aprendizaje... como lo demuestran los científicos de la UDEP, quienes acaban de instalar un radar que mide variaciones del suelo y atmosféricas minuto a minuto...

Y por mucho que puedan pronosticar lluvia con antelación... nadie nos librará de esa pegajosa compañía de insectos por doquier y hedor nauseabundo... en una ciudad que no previene ni hace nada por plantar cara a una amenaza de la naturaleza... Ojalá algún día El niño permita una sobreabundancia de ají para introducírcelo a nuestras autoridades y que no esperen con los brazos cruzados... tal y como nos encontramos...