miércoles, mayo 11, 2005

Cuando me convertí en cuello de botella

Caminando la tarde de ayer por la avenida Grau de Piura, en la esquina que ésta forma con la calle Cuzco, tuve la ‘fortuna’ de encontrarme con un viejo amigo de la secundaria y, como cualquier hijo de vecino, tuve la ‘peregrina’ idea de detenerme para intercambiar novedades con él. Digo peregrina porque no me percaté de que él y yo convertimos ese tramo de ‘la Grau’ en un endemoniado cuello de botella para el resto de transeúntes.

Los piuranos mudos, urgidos por la necesidad de llegar al destino, se vieron inmediatamente forzados a descender al asfalto para continuar su marcha, exponiendo su vida al aún más irrespetuoso volante de los ticos, nuestros nuevos ‘piajenos’, esos que inundan la ciudad con sus bocinas y tiñen de un amarillo chillón la tradicional avenida Grau.

Para colmo de males, se nos unieron después, un par de amigos más y, con ellos, con las conversaciones interrumpidas, con los tradicionales ambulantes y con los infaltables limosneros –que nos tomaron por asalto–, nos convertimos en un repudiable estorbo peatonal.

En otra ciudad, eso hubiera originado protestas recalcitrantes y llamadas de atención, pero en Piura, fuimos acogidos con un mítico silencio y un empujoncito solapado que, de vez en cuando, dejaba traslucir lo repudiable de nuestra conducta.

Con perspectiva temporal, me pregunto ahora si la responsabilidad era toda nuestra o también de nuestras autoridades, que no piensan en hacer veredas más anchas para que los transeúntes podamos dar vida a las calles, en lugar de poner en riesgo otras.
Con “suerte”, a esa misma hora y en ese mismo instante, en otros puntos de ‘la Grau’, se formarían hasta tres cuellos de botella importantes, enmarcados por el amarillo chillón, la marcha muda del resto y el empujoncito periódico que no cesa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Navegaba sin destino específico en internet y encontré Technorati y en el tu Blog, debo felicitarte pues creo que enfocas de manera clara todo lo que te rodea e inspira a escribir sobre Piura, aunque soy de Paita y vivo en Costa Rica por un momento me pareció sentir el tumulto de los mototaxis, el bullicio de las calles, el sol abrasador y como siempre la omnipresencia de los inútiles políticos de la región.

Otra cosa, excelente el título piuranisimo de Jañape.

Calidro
admin@sroccidente.com
www.sroccidente.com

Anónimo dijo...

Me alegra mucho encontrar este espacio dedicado a Piura; la descripción que haces es tan viva como grata; los buenos recuerdos que guardo de Piura son momentos similares a los que describes...gratos y felices, así fueron los años que viví allá.

S.D.
av.country@yahoo.com